
Con una filmografía mas sinuosa que una montaña rusa, Kevin Costner, nos ha deleitado y decepcionado a partes iguales durante quince años (por decir un número). Nos regaló el Elliot Ness (Los Intocables), el Lieutenant Dunbar (Bailando con lobos) o incluso Wyatt Earp. Pero también nos desquició con el Joe Darrow de “Dragon Fly”o el marinero de “Waterwold” o el Garret Blake de “Mensaje en una botella”.
Mr. Earl Brooks es de esos personajes que andan por el sendero que hay entre los dos grupos. Quizá porque éste se ve afectado de una doble personalidad, encontramos al Brooks padre de familia y hombre de negocios demasiado aburrido y pobre de matices; pero al otro Brooks más macabro y perfeccionista, entrañable e incluso simpático.
Producida por el propio Costner a través de su compañía Tig Productions, la película nos relata la aventura de un hombre de negocios exitoso con un sucio vicio (como lo llama él). El de matar. Dispuesto a dejarlo definitivamente, tendrá que enfrentarse a su “yo” asesino y a Tracy Atwood (Demi Moore), una agente de policía especializada en asesinos en serie que lleva años tras su pista.
Poco más puedo contaros de la trama, seria perjudicial y revelador de información spoiler que no creo conveniente. Pero si podría recalcar las interpretaciones de William Hurt (A.I., El Bosque) y Dane Cook (aun por descubrir). Sobretodo el primero; la relación de “mimetismo” que establece con la interpretación de Costner y la frialdad de su mirada que en algunos momentos consigue dar miedo.

De la pobre Demi Moore poco puedo contaros. Su participación nos deja mas bien indiferentes, incluso a veces nos encasqueta alguna sub-trama que nos es completamente innecesaria (toda la historia con el loco de Meeks es pura distracción). Aún buscándole algo al personaje (un poquito de salsa), no encontramos nada que nos sea interesante. Una Demi Moore (requeteoperada) inexpresiva que no hace otra cosa que despertar la añoranza de esa Clarice Starling de (mi querida) Jodie Foster en “El silencio de los corderos” o de Mills (Brad Pitt) en “Seven”.
Y hablando de “Corderos” y “Seven” os diré que una de las cosas que me hicieron disfrutar de “Mr. Brooks” fue precisamente que no le hizo falta caer en el tópico de las películas de “psychokillers” de los últimos años. Si es cierto que estos dos ejemplos fueron (y marcaron) precedentes en el resto. Su estética sucia, nocturna y diabólica. Su obsesión por mostrar el crimen en serie como algo excitante para el asesino cometedor, algo orgásmico. Películas como “Hannibal”, “El Dragon Rojo” o incluso remakes de “Halloween” o “La matanza de Texas”; todas ellas guardaban cierto parecido estético a los dos clásicos de los noventa. “Mr. Brooks” no. Rompiendo esquemas, rozando el humor negro y con una pulcritud extrema, se acerca mas a los films noir o a los films de Hitchcock.
Un motivo para verla: La pareja Costner/Hurt. Insuperables.
Un motivo para NO verla: Que te gustó Waterwold y la Demi Moore de “La teniente O’Neil”




