20 de septiembre de 2007

LA JUNGLA 4.0


Antes de empezar a leer el siguiente texto debo advertir que hay fragmentos donde se habla de momentos de la película. Para que puedas seguir el texto sin “spoilearte” la película, esos fragmentos se editan en cursiva.

Son ya diecinueve años los que han pasado desde que el detective John McClane viviera su primera aventura en ese Nakatomi Plaza. Y aunque sigue estando en forma, las arruguitas y la calva nos confirman el paso de los años.
Pero dejemos la calva de Willis (para más tarde) y hablemos de cosas serias. Como por ejemplo de Len Wiseman, un joven director (de 34 años) que en 2003 llamó la atención del publico con un proyecto “de bajo” presupuesto (Underwold) y que gracias a su éxito en taquilla tendría su secuela (de ya no tan “bajo presupuesto”) que como siempre, pasaría con mas pena que gloria. Aun así, parece ser que al chaval le gustan los vampiros porque para el 2009 (así lo afirman algunos archivos) prepara la precuela (aun sin nombre, pero vaya, nos imaginamos “Underwold Algo mas”). Pues ese tal Len Wiseman ha sido el encargado de ponerse detrás de las cámaras de la cuarta (y creo, no última) entrega de “La Jungla de Cristal”. Labor, por su parte, mas que correcta.
Ya venia demostrando Wiseman que a la hora de hacer acción él puede ser muy bueno. Sus anteriores proyectos lo avalan, pero esta vez, la suerte jugaba a su favor, un presupuesto de blockbuster y al rey de la acción. Y es que tener en plano a Willis con la cara llena de cicatrices es un signo de éxito. Y si además le adjuntamos un buen guión al protagonista, el palomitero saca chispas.

Hablemos un poco de la historia. Y para ello debemos partir de un McClane mayor (y calvo), un dinosaurio (como lo llama el villano en esta entrega), un ex -fumador, divorciado y olvidado padre (su hija Lucy no reconoce McClane como su apellido). Un cincuentón al que la era tecnológica le viene muy grande. Un McClane que tiene que ir acompañado de un joven para poder entender que es Internet. (Un dato curioso es que cada vez que quiere comunicarse con alguien por teléfono es el chico quien tiene que llamar. Clara señal de que McC no entiende mucho de telefonía móvil.
) Y el joven en cuestión (Justin Long, visto en “Cuestión de Pelotas” y “Jeepers Creepers”) será perfecto para la trama de la historia. Quizá porque hoy en día se tiene mas pánico a una guerra tecnológica que a la temida (en los 80) guerra química o nuclear, solo aquellos que dominen la extensa red de información que cubre el mapamundi (o sea, Internet) y sepan moverse por ella, podrán hacer frente a un ataque a través de ella. En los noventa se les apodo “hackers” (tuvieron hasta su propia película) y puede que (como muestra La Jungla 4.0) sean los héroes del futuro. ¿Y por que tanta tecnología? Se ha querido actualizar la saga a nuestros tiempos (de ahí el 4.0 en el titulo) y el enemigo ya no viene de fuera como los alemanes Hans (Jungla 1) y Simon (Jungla 2), antagonistas, todo hay que decir, que han quedado para el recuerdo de la historia del cine, sino que el enemigo esta dentro. Es un americano joven e idealista, (que en su juventud posiblemente fue un hacker que término trabajando para el gobierno gracias a haber estudiado telecomunicaciones y que en una rabieta adolescente decide vengarse de sus compañeros de trabajo por no haberle escuchado cuando presentaba su súper-idea en una reunión. Tela el niño mierda ese la que lía en 6 horas) que quiere llamar la atención de su país provocando el “Caos Total”, es decir, minar y destruir todos los medios de comunicación estadounidenses (teléfono, luz, transportes, canalizaciones de agua y gas, etc.…). Con menos carisma que los antes citados enemigos de McClane, Thomas Gabriel (que parece un cantautor pop) lucha desde detrás de un ordenador. Pero por suerte, las pobres intervenciones de Gabriel (Timothy Olyphant, visto en “Los cazadores de sueños” y “Diablo”) quedan sepultadas por las secuencias de Willis, que aunque mas comedido, no ha perdido la magia del personaje. Teniendo aún los enfrentamientos verbales a través del walkie-talkie y las lesiones (caerse de un quinto piso puede parecer un rasguño) que siempre desatan sonrisas al espectador. Solo por eso, merecen la pena los 130 min. de diversión de “La Jungla 4.0”
Si he comentado poco el resto de la saga no es por pereza, simplemente, tendrán su momento en el blog.

1 comentario:

Rocio dijo...

Decir que Willis está mayor es poco, porque la verdad es que está viejuno del todo.Para mi ha sido una decepción esta cuarta parte,yo que era una fan de las otras tres.No solo es que Willis ha perdido toda la chispa del personaje, es que además le ponen al lado a un chavalin que tampoco tiene ninguna gracia y le hace parecer mas viejo decrépito.Yo me dormí y al final me salí del cine,por lo tanto no puedo recomendársela a nadie