23 de octubre de 2007

PROMESAS DEL ESTE


De nuevo tenemos a Cronenberg en nuestras pantallas. Y esta vez es increíble. Bueno, en realidad, tampoco soy de los de la opinión de que sus dos últimas películas son las mejores de su filmografía. Este canadiense del 43 lleva haciendo películas desde el 66. Ya seria bueno que las dos mejores fueran sus dos últimas.
Pero si es cierto que como a menudo resulta con David Cronenberg, esta vez tampoco decepciona.

Vuelve a contar con Viggo Mortensen como “capitán” de la historia. Y lo digo así por que no creo que se pueda decir que es el protagonista. La historia es un triangulo donde tres hilos argumentales se cruzan entre ellos, y cada uno de ellos se sostiene por si solo y a la vez necesita de los otros.
Resumiendo (sin spoilers); el argumento de “Promesas del Este” gira en torno a tres personajes, Anna Khitrova, una enfermera que trabaja en maternidad de un hospital en Londres, Nikolai Luzhin, el chofer de una familia mafiosa y Semyon, el patriarca de la familia. Una adolescente indocumentada que muere tras dar a luz en el hospital de Anna, deja como único rastro para identificarla, un diario. Anna quiere descubrir lo ocurrido a la joven, pase lo que pase, y que la familia de ella se encargue de la recién nacida. Sin embargo, lo escrito en el diario perjudica a la familia para la que trabaja Nikolai. Y ahí se cruzaran las historias de los tres personajes.


A decir verdad, y viendo la sinopsis de la película, uno que no la haya visto, le parecerá tópica y previsible. No anda muy lejos la verdad. Pero si hay que decir que, al igual que “Una historia de violencia”, esa simplicidad de relato es lo que permite a los actores enriquecer a sus personajes y hacerlos grandes. Nikolai (Viggo) es un hombre de pocas palabras; su mirada es muchas veces más reveladora.
Es la cotidiana y tranquila Naomi Watts (Anna Khitrova), las conversaciones amables de Semyon (Armin Mueller-Stahly) y lo “normal” que resulta todo en la película (labor de Cronenberg) que hasta los momentos violentos (no perderse los baños) nos parecen completamente justificados. Es algo que forma parte de la rutina de los personajes.
Y hablando de personajes, y con esto termino, dejadme que os hable de los secundarios. Vincent Cassel (Kirill) parece ansioso por parecer protagonista (quizá un poco sobreactuado el personaje), pero no incomoda su actuación. Y Armin Mueller-Stahly que nos recuerda al abuelo bonachón de un amigo. Su actuación es impecable.

Conclusión: Si os esperáis al estreno en DVD nadie lo lamentara. Pero eso si; hay que verla.

17 de octubre de 2007

EL ORFANATO


Decir que El orfanato no es una buena película seria mentir, porque es simplemente perfecta. Y si, ya se que empezar diciendo esto resulta quizás un poco fuerte, pretencioso tal vez, pero lo que es, es.
Por si acaso alguien lo espera, no voy a contar absolutamente nada de la trama de la película, que para eso ya están la tele y las revistas especializadas. Además, a estas alturas, dudo mucho que aun haya alguien que no sepa de que va, así que esa parte me la saltare.

Si analizamos técnicamente la opera prima de J.A. Bayona (reconocido creador de vídeo clips, y con dos cortos premiados a sus espaldas, “Mis Vacaciones” y “El hombre esponja”), pronto nos daremos cuenta de que no estamos ante una película típicamente española. Vemos los detalles de un equipo que posiblemente se halla criado mamando el cine de Spielberg o Zemeckis. La generación de los 80 esta tomando el relevo, y eso empieza a notarse.
Algunos críticos estadounidenses han dicho, en relación a la película, que es como si ellos durante años nos hubiesen estado enseñando como se hacia el buen cine de terror; y, ahora, nosotros nos estamos encargando de recordárselo. No van muy desencaminados.

El guión cuenta con una estructura impecable, cumpliendo todas las reglas que cualquier escritor de guiones que se precie debe conocer y utilizar. La dirección de actores es estupenda, con una Belén Rueda que se sale de la pantalla y centra totalmente la atención del público. La fotografía es magnifica, pues utiliza a su conveniencia tanto la luz como la falta de ella y con esto nos envuelve y nos sumerge en la historia y en la atmósfera del film. La dirección artística acompaña a la fotografía en todo y la mejora si cabe, sencillamente genial. El montaje es, en pocas palabras, de lo más correcto en el buen sentido… Y vosotros diréis… “¡Coño! Que película mas perfecta”, bueno, pues si, y no.

Es una película perfecta académicamente hablando, desde el punto de vista más técnico de la palabra. Pero, realmente, no se nos esta presentando nada nuevo. Es la misma historia que nos vienen contando otros (fuera de España, no necesariamente los americanos) desde hace ya mucho tiempo. Hay momentos, en los que incluso llega a resultar predecible; es como si un paso llevara al siguiente (y para cualquiera que tenga una pequeña idea de lenguaje narrativo audiovisual, eso muchas veces canta).
Si esta película hubiera venido desde los EEUU con titulo en ingles y actores americanos, otro gallo hubiera cantado, y muchos de nosotros ni siquiera hubiésemos ido a verla. Tan solo seria una película más de miedo.
Pero, he ahí donde reside su flaqueza y su grandeza. La película es española, SI, y lo podemos decir bien alto para que se oiga (aunque se note un poquito por ahí la mano del gran Guillermo del Toro). Hay que apoyarla no solo porque nos guste más o menos, sino porque debemos fomentar la creación de más películas así en este país. Esta demostrado que somos capaces de hacer grandes cosas; que toda una generación de creadores y técnicos ha surgido para llevarlas a cabo y que tan solo necesitan la oportunidad de demostrar lo mucho que valen. Por eso, hay que apoyar este tipo de iniciativas, porque todos queremos dejar de ver cosas como “Desde que amanece apetece” (sin ofender) y empezar a ver cine de calidad hecho por nosotros, sin tener que recurrir a la clásica historia de personajes incomunicados.

16 de octubre de 2007

Salvador: Historia de un milagro cotidiano



Todo empezo como una casualidad, la victima de un efecto mariposa que dura ya mas de dos años, y que parece no tener fin (al menos de momento).

Como niños en un campamento de verano, estuvimos cuatro dias disfrutando de nuestro trabajo / hobby. Todos estabamos alli por y para el proyecto, nadie se quejaba, todos queriamos formar parte de esto para ver crecer al niño que estabamos creando.
Ahora nuestro niño ya anda solo, y viaja por todo el mundo como Pedro por su casa. Y es que, hoy en dia, crecen muy rapido. Desde aqui le seguimos los pasos y celebramos todos sus triunfos, pues sus alegrias son las nuestras.

Empezamos en Madrid, que fue nuestro pistoletazo de salida, y de ahi a Cinema Jove, Grecia y proximamente, incluso, Corea. Nos han ido recibiendo con los brazos abiertos alli donde hemos ido (aunque no todo han sido buenos momentos); tenemos mas de lo que nunca llegamos a soñar.
Ganar en Grecia le abrio las puertas de Europa. Ahora ya estamos en Berlin (European Film Academy), y quien sabe donde mas podra llegar...

Mientras tanto, solo nos queda esperar.

Enhorabuena a todo el equipo.


5 de octubre de 2007

HAIRSPRAY


El aquí presente esta de celebración. De siempre he sido un fiel defensor del género musical en el cine y adoro esas épocas en que se ponen de moda. Y se llenan las carteleras de películas donde actores que creíamos serios y tímidos nos hacen reír con bailes de salón y coreografías dignas de Gene Kelly.
No solo me refiero a John Travolta (que damos por supuesto que sabe bailar y cantar) ni tan siquiera a Christopher Walken (que seguro que para mas de uno habrá sido sorpresa), estoy hablando de Michelle Pfeiffer (que veremos de nuevo en Stardust muy pronto) que, al igual que Richard Gere en Chicago o Ewan McGregor en Abajo el amor, nadie podía imaginar que cantara y bailara con ese swing tan… elegante. Incluso James Mardsen (el inaguantable Cíclope de X-men) nos deleita con un personaje simpático y divertido. Pero vayamos por partes.
Permitidme que hable un poco de la banda sonora. Que teniendo en cuenta que tratamos con un musical, ésta sería un 60% de la película. Solo la puedo describir con un FANTASTICA. A diferencia de los temas de Olivia Newton-John en solitario en Grease, que solo hacían que bajar el ritmo de ese gran musical, Nikki Blonsky (la novata de la película) se nos presenta con un “Good Morning, Baltimore” cual Bella de Disney en “su pequeña aldea” y ya nos hacemos la idea que esto va en serio, es decir, de cachondeo y jarana. Y para cachondeos los que monta Travolta con su “marido” Walken en el patio con “You’re Timeles to me” o Michelle en plan corista en un casting con “The Legend of Miss Baltimore Crabs” (Miss Ladillas, si, es correcto).
En definitiva; rock, swing, rithm ‘n’ blues, soul y una Queen Latifah (de rubia y guapísima) que termina por hacernos bailar en la butaca. Al menos, un servidor, se fue bailando de la sala.

Que decir del resto. La labor de un departamento de arte capitaneado por uno de los grandes. David Gropman (su último arte, el de Casanova de Lasse Hallström) consigue llevarnos a la época pastelosa de la América profunda de los años sesenta. Los coches, los comercios, las estanterías repletas de juguetes y cachivaches de la época. Incluso los artículos que vende “papá” Walken son de esa época.

Al igual que toda la faena de vestuario (magnifica Rita Riack, gracias a ella tuvimos a una esplendida Sharon Stone en Casino) que acompasa con sus fabulosos vestidos las coreografías de cada uno de los actores. De vestuario, resaltar a madre e hija saliendo de Mr. Pinky, una tienda para tallas especiales y el numero final de Travolta y Blonsky (las dos vestidas para la ocasión).

Para cerrar esto quiero salir en defensa de John Travolta y su participación en esta película. Puede que mas de uno se pregunte porque aparece haciendo un personaje femenino (también es cierto que en la versión original de 1988 lo interpretaba Divine, que tampoco era una mujer) y posiblemente es el respeto al origen del personaje, más que otra cosa, lo que empujó a Adam Shankman (director de la criatura) a pedir al actor que interpretara a Edna Turnblad.
Y creo que a nadie le chirriaran los ojos de ver a un hombre interpretar a una mujer. Travolta consigue ocultarse bajo el látex dejándonos al descubierto solo la mirada. La misma historia nos oculta al actor y (aquí uno lo asegura) nos olvidamos de él.

Conclusión: Ideal para sábados de no “hacer ná”. No se lamentara.

1 de octubre de 2007

LA GRAN ESTAFA (THE HOAX)


Esta nueva historia que nos presenta Lasse Hallström, gira entorno a algo que ocurrió a principios de los años setenta, lo que llamamos basado en hechos reales, pero que a pesar de eso no queda libre de ciertas modificaciones para hacer mas “creíble” o , mejor dicho, grandilocuente la verdad. Y es en eso, en la verdad, en lo que nos sumergimos. En ella y por supuesto en su antagonista, la mentira.
¿Hasta que punto algo es verdad o mentira? Si algo que sabemos que es falso, lo disfrazamos bien y sabemos venderlo, puede convertirse en algo mas verdadero que lo que nos ocurra a nosotros mismos. Lo vestimos de grandilocuencia, soberbia y algo de locura, y pronto sentiremos como el efecto bola de nieve viene a por nosotros y nos arrastra.
Durante la historia de la humanidad, muchas verdades fueron sepultadas y muchas mentiras se convirtieron en verdades absolutas; desde la vida de Jesús de Nazaret, hasta los tejemanejes del caso malaya (permitidme la comparación), hemos sido y estamos siendo manipulados continuamente por lo que nos cuentan y creemos que sabemos. Si bien la mayoría de las veces esa manipulación no la llevamos a cabo nosotros, sino que nos la imponen.
En base a esto, Hallström nos cuenta la historia de un hombre agotado, cerca de la mitad de su vida y cuyos sueños no se han cumplido, a pesar de una juventud que albergaba un futuro prometedor, a la altura de Hemingway; que tras el rechazo de su ultima novela, decide inventarse un libro, tan falso, que acabara pareciendo autentico y genuino. Lo vende como el mejor libro del siglo. Y se lo compran.
Y, es aquí donde volvemos a lo del efecto bola de nieve; Clifford Irving (interpretado por un mas que correcto Richard Gere) teje junto con su amigo inseparable y por rebote co-autor de la obra Dick Suskind (Alfred Molina, al que recordamos de cintas como Frida o El Código Da Vinci) una novela autobiográfica a base de documentos robados, manuscritos de viejecitos y alguna ayudita externa, que cobra vida propia convirtiéndose en su Frankenstein particular, fuera de todo control. Todo es tan grande que llega donde nadie creyó que pudiera llegar, y así los manipuladores se convierten en manipulados y son engullidos por su propia mentira/verdad.
Dick ejerce, en muchos momentos, de Pepito grillo con Clifford, en un triangulo que se completa con la mujer de este, Edith Irving (Marcia Gay Harden, Mystic River, American Dreamz) y que acaba por destruirse aplastado por la verdad.

La gran estafa (The Hoax) pasó sin pena ni gloria por los cines de Estados Unidos, tal vez porque no es el tipo de película al que están acostumbrados por allí. Tiene una narración lenta, más habitual en el cine europeo; y no se convierte en un biopic de efectos espectaculares, como en su día puso serlo El aviador (basado en la vida de Howard Hughes e interpretado por Leonardo DiCaprio). Narra la historia de una manera sencilla, con ese carácter intimista que caracteriza todas sus películas, pero que para nada desmerece la magnifica realización que cada una de ellas tiene detrás. Sin embargo, Hallström será mas recordado por obras como Las normas de la casa de la sidra o Chocolat, tal vez porque estas, contenían una belleza narrativa difícil de igualar. Aun así, esta última película no carece de interés, sino todo lo contrario, ya que, a través de ella, exploramos como muchas veces la ficción, realmente, supera la realidad e incluso la mejora.